~Kalispéra- Buenas tardes
~Kalinísta- Buenas noches
~Yásas- Hola/adiós
~Der kata la béno- No lo entiendo
~Para kaló- Por favor
~Efjaristó- Gracias
~Gargón- Camarero
~Signámin- Perdone
~Póso kámi- ¿Cuánto vale?
~Óji- No
~Ne- Sí
~Kírie- Señor
~Kiría- Señora
~Polí kalá- Muy bien
~Típola- De nada
~Kalá- Bien
~Pu íne- ¿Dónde está?
~Pos boro na páo- ¿Cómo se va?
~Yaté- ¿Por qué?
~Póte- ¿Cuándo?
~A posteriori- Posteriormente
~Ad calendas graecas- Va a tardar mucho tiempo, o nunca
~Alias- Sobrenombre o apodo
~Alter ego- El otro yo
~Ante meridiem (a.m)- Antes del mediodía
~Bis- Repetición
~Carpe diem- Aprovechar el día
~Curriculum vitae- Carrera de la vida
~Ipso facto- En el momento
~Grosso modo- A grandes límites
~In albis- En blanco
~In situ- En el sitio
~Mea culpa- Mi culpa
~Modus operandi- El modo de hacer
~Nolens valens- Si quiero o no, lo tienes que hacer
~Perse- Por sí
~Quid pro quo- Si tu me das, yo te doy
~Res non verba- Hechos, no palabras
~Sui generi- Su género
En el mundo clásico la religión estaba vinculada a la ciudad y al Estado en los cultos oficiales y a la familia y al linaje en los cultos domésticos y a los antepasados.
En los públicos, los oficiantes eran los sacerdotes y en el privado, el paterfamilias.
Las características de las divinidades son:
•Politeísta
•Antropomórfico, con aspecto humano
•Jerarquizado, cada dios dominaba su parcela
-A los dioses se les conocía por dos nombres, uno griego y otro romano.
~El culto
Manifiesta los cultos oficiales y públicos, que participaba toda la comunidad. El sacerdote adquiría un papel primordial.
-Los sacerdotes
Cualquier ciudadano podía ser nombrado sacerdote. Los principales colegios sacerdotales eran:
*Colegio de los pontífices (más antiguo): velaban por la conservación de las religiones, fijaban los calendarios, cuidar de los archivos jurídicos y religiosos y dejar constancia de los sucesos ocurridos diariamente.
*Colegio de los flamines: trataban a un dios en concreto y sus cultos.
*Colegio de las vestales: seis sacerdotisas cuidaban del fuego sagrado de la diosa Vesta. Debían mantenerse vírgenes durante su servicio y si incumplían este voto de castidad (pureza) sufrían un duro castigo: eran enterradas vivas.
*Colegio de los arúspices y los augures: se centraban en la adivinación. Analizaban las entrañas de los animales sacrificados y decidían si una determinada acción era conveniente o no.
Para comunicarse con los dioses era necesaria una plegaria que solía estar acompañada de sacrificios (ofrenda de un ser humano a una héroe en señal de homenaje).
La plegaria era una fórmula ritual, y, los sacrificios, consistían en matar algún animal en defectos.
Si se ofrecían alimentos sólidos ante el altar, los sacrificios se llamaban incruentos. En el holocausto, se quemaba todo el animal; en la hecatombe, requería el sacrificio de cien bueyes y, en la suovetaurilia, se ofrecían animales al dios Marte.
El Imperio romano fue una etapa de la civilización romana en la Antigüedad clásica caracterizada por una forma de gobierno autocrática (sistema de gobierno absoluto en el que la voluntad de una sola persona es la suprema ley de un Estado). El nacimiento del imperio viene precedido por la expansión de su capital, Roma, que extendió su control en torno al Mar Mediterráneo. Bajo la etapa imperial los dominios de Roma siguieron aumentando, llegando a su máxima extensión durante el reinado de Trajano (un emperador romano que reinó desde el año 98 hasta su muerte en 117), abarcando desde el Océano Atlántico al oeste hasta las orillas del Mar Negro, el Mar Rojo y el Golfo Pérsico al este, y desde el desierto del Sahara al sur hasta las tierras boscosas a orillas de los ríos Rin y Danubio (juntos forman el llamado limes) y la frontera con Caledonia al norte.
Hélade, la tierra de los helenos, como se designaba a la Antigua Grecia, abarcaba una vasta zona geográfica que comprendía desde el Mediterráneo occidental (Marsella), hasta los finales del Oriente Medio, incluidas las islas griegas. Ésta civilización, que tuvo como origen las culturas minoica (su descubridor Sir Arthur Evans relacionó el palacio de Cnosos, el más representativo de la cultura, con el palacio del rey Minos y la leyenda del minotauro.) y micénica (una civilización prehelénica del Heládico reciente), conformó el conjunto de episodios políticos, económicos, sociales y culturales que se manifestaron en la cuenca mediterránea en el transcurso de los dos últimos milenios antes de nuestra era.
El desarrollo de la cultura griega se podría dividir en tres fases: la arcaica (la etapa en la que la Hélade se recupera del sombrío periodo anterior), la clásica (Siglo de Pericles, término acuñado al período de la historia de Atenas, que representa el origen de la historia de las ciudades europeas y de la Europa actual.) y la helenística (una etapa histórica de la Antigüedad).
En este curso histórico surgieron varios hechos importantes y fundamentales en la formación definitiva de lo que fue Grecia posteriormente: el nacimiento y la formación de las poleis (ciudades), el siglo V a. C, con la Edad de oro ateniense (el llamado Siglo de Pericles), las guerras y batallas que jalonaron varios siglos de la historia griega, como fueron las Guerras Médicas (enfrentamiento entre el Imperio Persa y algunas de las ciudades-estado griegas) o la Guerra del Peloponeso (conflicto militar de la Antigua Grecia que enfrentó a la Liga de Delos, conducida por Atenas, con la Liga del Peloponeso, conducida por Esparta). La ventaja del Reino de Macedonia (con Filipo II, que significa «amante de los caballos» y su hijo Alejandro Magno) y la extensión por Asia del mundo helenístico. La dominación romana en el siglo II a. C. pondría punto final a la civilización griega políticamente, pero dejaría una impronta indeleble en sus invasores a través de los siglos.