Ciclo Heráclida

Un ciclo heráclido es un cojunto de cuentos o leyendas que narran la vida de Hércules.

Heracles, Hércules para los romanos, era un héroe en la mitología. Zeus, su padre, adoptó la forma del marido de Alcmena para tener relaciones con ella, sin que ella supiera que era él. Fruto de este amor nació Hércules. Hera, la esposa de Zeus, celosa por lo ocurrido, tiene a Hércules por enemigo; incluso intentó matarlo de pequeño mandándole dos serpientes, pero Hércules pudo con ellas gracias a su fuerza.

Al ser un semidiós, no pudo vivir en el Olimpo, así que pasa como enviado de Zeus en La Tierra para acabar con los monstruos que impiden la vida tranquila de los mortales.


El ciclo de los doce trabajos


Según la teoría de San Jerónino de Estrión, un célebre estudioso del latín, ocurrió lo siguiente:

Hércules, tras ser envenenado por Hera y tener un ataque de locura mató a sus propios hijos, que había tenido con Deyanira, su primera esposa. Acude al oráculo de Delfos en busca de consejo de cómo reparar su delito y allí se le ordena acudir a Tirinto y servir durante doce años a su primo, Euristeo. En caso de lograr acabar todas sus hazañas, su recompensa sería el descanso eterno, e incluso la inmortalidad.

- Capturar al león de Nemea.




- Matar a la hidra de Lerna.



- Capturar al jabalí de Erimanto.


- Matar a la cierva de Cerinia.

- Ahuyentar las aves del lago Estínfalo.

- Limpiar los establos de Augías.


- Capturar al toro de Creta.


- Domar a las yeguas de Diomedes.


- Apoderarse del cinturón de Hipólita.


- Robar el ganado de Gerión.

- Capturar al Can Cerbero.


- Coger las manzanas de oro del jardín de las Hespérides.


Pequeñas hazañas


Intervino en la primera guerra de Troya, un conflicto de guerreros en el que los aqueos (uno de los nombres utilizados para el conjunto de los griegos en la Odisea y en la Ilíada) luchaban por recuperar a Helena de Esparta, que había sido raptada por el príncipe Paris de Troya.

Los centauros habían invitado a Heracles y a su mujer Deyanira a una comida, en la que por culpa de la bebida, estos se volvieron contra él, y Hercules tuvo que matar al centauro Neso, porque este intentó matar a su mujer.

Ayudó a Jasón en la expedición de los argonautas. A mitad de camino tuvo que abandonar la expedición porque la nave Argo no quería llevarlo encima, porque pesaba demasiado.


Luchó en la Gigantomaquia, que fue un episodio mitológico en que los gigantes querían escalar el Olimpo, y la única persona que podía impedirlo era un mortal, así que le pidieron ayuda. Cada vez que algunos Dioses atacaban a cada gigante, Hércules lo remataba.

Intervino en la guerra contra el rey Augías, ya que éste se había negado a pagarle el salario por limpiarle sus establos, porque decía que le trabajo no lo había realizado él, sino las aguas que arrastraron el estiércol.

Bajó hasta el inframundo para liberar de las garras de la muerte a Alcestis, esposa del rey Admeto, que ocultó el dolor por la reciente muerte de su esposa, y ofreció su hospitalidad a Heracles.


Viajó a Pilos (en el sur de Grecia) para ser purificado por Neleo, su rey, por haber matado a Ifito, unos de sus hijos y el que lo acusaba del robo de unas yeguas. Éste se negó; Néstor, el hijo menor, fue el único que apoyó su purificación. Hércules, enfadado, se vengó de éste atacando la ciudad y matándolo a él y a sus hijos, excepto a Néstor, por haberlo apoyado.

Mató al ladrón Caco, que le había rodado parte de su ganado, y capturó a cércopes, dos vandidos que solían atacar a los viajeros, engañándolos.

Luchó contra Esparta, con el fin de ayudar a recuperar el trono a Tindáreo, tras haber sido expulsado de su reino por su hermano Hipocoonte, al que Hércules consiguió matar.

Liberó al titán Prometeo, encadenado en el Cáucaso de Zeus por haber robado el fuego para dárselos a los hombres.

Intervino en las guerras de Tesalia, donde libró numerosas batallas. Combatió a los lapitas (unos acosadores), a los driopes, unos seres mitológicas que habitaban en las encimas de los árboles y, por último, tomó la ciudad de Orminio y mató al rey Amintor, tras negarle la mano de su hija.

Tras haber sufrido dicho ataque de locura y haber cometido estos homicidios, se dirigió a Delfos para purificarse. Al no recibir respuesta alguna de la Paitia, intentó robar el trípode. Apolo lo detubo y le castigó con tres años de esclavitud sirviendo en el reino de Lidia a cargo de la reina Ónfale. En este tiempo, se dice que ambos intercambiaron sus papeles: Heracles, en servicio hacia su dueña vestía de mujer y cardaba lana, mientras la reina llevaba la piel de león y la clava.


A él se le atribuye la colocación de las columnas en el estrecho con la leyenda non plus ultra “no hay nada más allá” como símbolo de los límites del mundo.

Dio nombre a la cadena montañosa de los Pirineos, en memoria de la joven Pirinae a la que, llevado por el exceso de vino, ultrajó y luego encontró muerta.



Las termas romanas

Las termas se utilizaban para funciones higiénicas, para practicar gimnasia y, a veces, como terapia medicinal. Las diferentes salas son:


Apodyterium: vestíbulo donde se guardaba la ropa y las cosas de higiene bajo la vigilancia de algún esclavo.


Frigidarium: sala para el baño frío con una piscina con pequeños escalones.



Tepidarium: sala de temperatura tibia, normalmente usada entre las zonas calientes (caldarium) y frías (frigidarium).


Caldarium: sala de temperatura caliente; compuesta por una piscina, alveus, y una fuente, labrum. Si se quería hacer un baño de inmersión o de asientos, se hacía como el frigidarium, y si alguien necesitaba refrescarse, acudía al labrum.


Praefurnium: habitación con hornos y una abertura en la pared.


Palestra: espacio para el ejercicio físico o juegos gimnásticos. Podía tener una Natalio, una piscina que tonifica los músculos.


En algunas termas también salas de vapor (laconicum), donde recibían masajes (destrictarium) y aseos (latrinae).

Las termas públicas eran gratis o baratas, y acudían tanto hombres como mujeres, aunque con diferentes horarios para no coincidir.